Soy Nacho M. de la Villa, filmmaker de 31 años. Desde 2010 me dedico a la creación audiovisual y, desde 2019, me he especializado en la filmación de bodas. Con el tiempo he aprendido que no se trata solo de grabar, sino de observar, escuchar y comprender la historia que hay detrás de cada mirada, cada gesto y cada detalle. Mi objetivo es capturar emociones reales y transformarlas en una pieza visual que acompañe a las parejas para toda la vida.
Mi forma de trabajar es cercana y tranquila. Me gusta conocer a las personas con las que colaboro, entender quiénes son y qué esperan de mí. Creo que una buena conexión es la base para que las imágenes fluyan con naturalidad. Me considero creativo y adaptable, y disfruto aportando ideas, buscando la luz adecuada, los encuadres que cuentan y los instantes que no se repiten.
Para mí, cada boda es única. No sigo guiones rígidos ni fórmulas prefabricadas. Me gusta dejarme llevar por la atmósfera del día, ser observador y discreto, y estar presente cuando la emoción sucede, sin forzarla. Quiero que cuando veáis vuestro vídeo, no solo recordéis cómo fue, sino cómo se sintió.
Doy lo mejor de mí en cada proyecto porque creo firmemente que un buen vídeo no solo se ve: se vive, se recuerda y vuelve a emocionar cada vez que se reproduce.